Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo:"la conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud, su rostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado".
Pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo viendo y de la que nunca he hablado. Siempre está ahí en el mismo silencio, deslumbrante. Es la que más me gusta de mí misma. Aquella en la que me reconozco, en la que me fascino.
Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. A los dieciocho años ya era demasiado tarde.
Pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo viendo y de la que nunca he hablado. Siempre está ahí en el mismo silencio, deslumbrante. Es la que más me gusta de mí misma. Aquella en la que me reconozco, en la que me fascino.
Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. A los dieciocho años ya era demasiado tarde.
6 comentarios:
Me has convencido ;-)
Otro libro a la lista de pendientes.
Tiene buena pinta :-)
pd.- muchas gracias por el aviso. Gracias. :-)
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no ha sido necesario el fragmento que pusiste...al ver la portada, con ese rostro burbujeante, dan ganas de tomar la máquina del tiempo nuevamente y lanzarse a buscarla entre besos en blanco y negro, me prudujo un amor instantáneo, como el flechazo que tuve con Anaïs Nin.
Besos y Sonrisas
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daremos una vuelta entonces..
labios
Speranza.
Me está encantando descubri mis lecturas en este blog, y lo que es más increíble, tenía ese texto previsto para colgar en mi blog ... ya no lo haré, pero ha sido un gustazo verlo aquí.
glauka: nadie tiene la exclusiva de nada. me gustará verlo en tu blog. un placer.
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